Marco teórico



La electroterapia ha conseguido con la técnica de la Diatermia producir un estado de fiebre local, un calentamiento intenso, prolongado y dirigido. La Alta frecuencia es la modalidad de corriente que lo ha permitido.

Si ha habido algún genio en el Siglo XX con el que el reconocimiento oficial ha sido esquivo, ese ha sido precisamente a quien debemos la posibilidad de los equipos de Diatermia, Nikola Tesla  fue el ingeniero que puso las bases para la obtención de equipos de alta frecuencia terapéuticos, sus experimentos con las corrientes alternas son los que nos permiten en la actualidad disponer de una eficaz termoterapia profunda.

A finales del siglo XIX Jacques Arsène d Arsonval fisiólogo e inventor francés, recomendaba la aplicación de corrientes de alta frecuencia con fines terapéuticos, aunque creyese que los efectos térmicos eran en sí mismo efectos secundarios indeseados, aún faltaría un tiempo hasta que llegaran a considerarse el principal factor terapéutico de las corrientes alternas de alta frecuencia. (Montesino & Ocaña, 1998)

Al comienzo supuso una sorpresa el que un determinado tipo de corrientes fuera capaz de calentar en profundidad los tejidos sobre los que actuaba, las pruebas realizadas en animales lo demostraron fuera de toda duda, más complejo fue el crear equipos de tratamiento que aprovecharan este efecto para aplicarlos al ser humano con toda seguridad.

Fueron precisamente Von Zeyneck en primer lugar y posteriormente  Nagelschmidt quienes dieron valor a los efectos térmicos de la alta frecuencia y por eso se los considera los responsables de la creación de la Diatermia como terapia esencial dentro de las terapias físicas, especialmente Von Zeyneck ya que fue el primero es usar un equipo diseñado para uso clínico con buenos resultados. Ya desde el comienzo la paternidad de esta técnica tan eficaz fue muy discutida, aunque en el momento presente no cabe duda acerca de que el primero que mandó construir equipos eficientes y comprobó fehacientemente su uso terapéutico fue sin duda Von Zeyneck.

Es indudable que el equipamiento de electroterapia en la primera década del siglo XX dejaba mucho que desear, pero aun así se obtenían resultados excepcionales que no eran posibles por otros medios. Desde los comienzos de la Diatermia ha pasado más de un siglo, en la actualidad los equipos son más eficaces y seguros, pero es gracias a los creadores y difusores de esta técnica que podemos disponer hoy en día de un equipamiento excepcional que sin Nikola Tesla y Von Zeyneck no estaría a nuestro alcance.

La Diatermia capacitiva como medio de termo penetración sigue siendo en nuestros días un medio inigualable para producir ese estado de calor febril, ese tipo de calor controlado y dirigido es el  que necesitamos tener los Fisioterapeutas a nuestra disposición para tratar una amplia gama de patologías. Aunque la Diatermia está  disponible desde hace muchos años, el conocimiento de su eficacia se ha difundido ampliamente entre la población recientemente, en cierto modo no disponer de esta técnica implica carecer de una herramienta fundamental de la electroterapia más resolutiva.

No existe ningún otro medio que permita lograr un efecto de endotérmica que penetre tan profundamente ni que pueda ser dirigido al territorio que deseamos de forma tan eficaz. Es el mejor  método para lograr un calentamiento profundo de los tejidos con el mínimo riesgo.

El calentamiento profundo provoca la vasodilatación en la zona tratada y por tanto el aumento del riego sanguíneo, se produce toda una serie de cambios metabólicos que favorecen los procesos de recuperación. Es precisamente por producir ese aumento de temperatura en profundidad lo que lo diferencia esta técnica y caracteriza su eficacia frente a los métodos de termoterapia superficial.

Aunque históricamente bajo el nombre de diatermia se han recogido varias de las terapias usadas por los fisioterapeutas durante años atrás como son la terapia por onda corta, microondas… hoy en día debido al avance de la tecnología en este campo se ha producido una división en la clasificación de dichas técnicas , de tal manera que la terapia por onda corta , microondas y ultrasonidos salen de esta terminología para acogerse a su propio nombre. Son muy variados los efectos térmicos y atérmicos que dichas terapias producen y es importante una correcta elección y momento de aplicación durante el proceso lesivo para que exista el mayor beneficio posible. Dentro de los beneficios que estas pueden aportarnos podemos nombrar desde los efectos analgésicos hasta efectos sobre la curación en tejidos por la estimulación de la regeneración tisular y disminución de la isquemia tisular. (Monte & Reyes, 1889)

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